La antigua capital de Lituania - Vilnius fue fundada en el lejano siglo XIV. Durante su existencia, la ciudad llenó sus propios anales con eventos importantes y destacados. Hoy, Vilnius es un centro empresarial, administrativo, cultural y turístico altamente desarrollado del país. Y, por supuesto, como cualquier capital, esta ciudad tiene una gran variedad de atracciones. Los principales objetos de atención de los turistas son los monumentos arquitectónicos. Templos majestuosos, mansiones coloridas, torres altas. Uno de los edificios más antiguos de la parte histórica de Vilna es la Torre de Gediminas, que lleva el nombre de uno de los gobernantes del Principado de Lituania. Una vez que este edificio fue parte de una poderosa estructura defensiva. Sin embargo, innumerables batallas por estas tierras llevaron a la destrucción casi completa de la fortaleza. Y la torre de 3 niveles es el único recordatorio de esos días. Dentro de los muros de la torre ahora hay colecciones del museo histórico. Otra atracción turística popular en Vilna es la puerta de la ciudad: Sharp Brahma, que también se llama la Puerta Santa. El edificio debe este nombre a la capilla de la Madre de Dios, que coronó la estructura. La capilla contiene la imagen de la madre de Cristo, que es venerada por las comunidades ortodoxa y católica. La construcción de la puerta, así como toda la muralla de la ciudad, que anteriormente se alzaba en este lugar, ocurrió en el siglo XVI. Entre los lugares de visita obligada de Vilna también se encuentra un edificio más moderno: una torre de televisión, que se considera el objeto arquitectónico más alto de todo el país. La altura de la torre es de 326 metros. Además de una estación de televisión, también hay un restaurante y una plataforma circular de observación. Un impresionante panorama de la ciudad se abre desde aquí. Un maravilloso oasis natural es el Jardín Botánico de Bernardine, del que los lugareños están indudablemente orgullosos. En el transcurso de sus 300 años de historia, el parque ha adquirido muchas plantas pertenecientes a la flora local y al mundo vegetal de otras partes del mundo. Aquí puede caminar con amigos o familiares, tener una cita romántica o una sesión de fotos, o simplemente relajar su alma. Hablando de la esfera espiritual, uno definitivamente debe mencionar la Catedral de San Stanislav de Vilna, que se considera la Notre Dame local. La Iglesia de Santa Ana también tiene un edificio único, realizado en las mejores tradiciones de la arquitectura gótica.