Una de las ciudades más grandes de Bosnia y Herzegovina Mostar, se ha convertido en uno de los principales centros turísticos, históricos y culturales del país. La ciudad está dividida condicionalmente en dos partes: musulmana y católica, entre las cuales pasa el río Neretva. Tal cultura multiétnica de la ciudad sin duda afectó su apariencia. Rasgos orientales Mostar está unido a numerosas mezquitas y mercados que se construyeron durante la época de los gobernantes otomanos. El cristianismo llegó a la ciudad ya en la época del Renacimiento, junto con los gobernantes austrohúngaros. La parte católica de la ciudad tiene la arquitectura de Europa occidental y el Mediterráneo, lo que les da un sabor más moderno. Hay una gran cantidad de atracciones en la ciudad que le presentarán la rica y larga historia de este pintoresco rincón. Cabe señalar que la ubicación de Mostar es muy compacta, por lo que aquí puede cambiar fácil y rápidamente de un monumento a otro sin perder mucho tiempo en el transporte. Una de las principales atracciones de la ciudad y su símbolo es el Puente Viejo, construido en el siglo XVI, y que tiene un diseño elegante y aireado, gracias a un arco lacónico de piedra clara. Un hecho interesante es que el nombre de la ciudad se traduce como "Guardián del puente". Lamentablemente, el edificio original fue destruido a finales del siglo XX. Una copia moderna del Puente Viejo fue erigida en nuestro siglo. Un recordatorio del terrible asedio de 1993 es una piedra con un fragmento de una mina y una inscripción conmemorativa. El puente es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Dos torres antiguas se levantan en ambas orillas del río: Tara y Alepo, donde se han ubicado depósitos militares durante siglos. Uno de los lugares más interesantes de Mostar es el mercado central de Kuyundzhluk, donde puede perder la cabeza de una colorida variedad de recuerdos, objetos antiguos, pinturas de arte antiguo y exquisitos dulces orientales. En la región de la orilla izquierda de Mostar hay una gran cantidad de templos orientales, que son creaciones únicas de arquitectos turcos. Los mejores ejemplos de arquitectura musulmana de culto son las mezquitas Hadji Kurt y Karadozhbey, erigidas a mediados del siglo XVI, así como la mezquita Koski Mehmed Pasha que mira hacia las aguas esmeraldas de Neretva, con impresionantes interiores pintados y un alto minarete, donde se encuentra la plataforma de observación. También es interesante la torre Sahat-Kula, con un reloj y una campana gigantesca, y el magnífico edificio de la casa de Bishkevich, con lujosos interiores turcos.