Narva-Jõesuu es un maravilloso complejo estonio, cuyo encanto se puede disfrutar para siempre. Había una vez un pequeño pueblo de pescadores en estas tierras que, gracias al intenso desarrollo de su industria principal, comenzó a crecer rápidamente. Después de unirse al Imperio ruso, el asentamiento fue renombrado repetidamente. Las primeras instalaciones del complejo se abrieron aquí a fines del siglo XIX. Era una clínica hidropática, que un par de décadas después fue complementada por varios centros turísticos. En este momento, el pueblo perdió su importancia como puerto pesquero y gradualmente se convirtió en uno de los mejores centros turísticos en los Estados bálticos. A los representantes de la nobleza les encantaba erigir sus dachas y establecer jardines aquí. El estado de la ciudad de Narva-Jõesuu recibió solo después del colapso de la URSS. La playa de arena más limpia, el clima excelente, la naturaleza magnífica, el ambiente agradable y las oportunidades recreativas únicas atraen a los turistas ahora. A pesar del tamaño modesto y la enorme destrucción que causó la Segunda Guerra Mundial, Narva-Jõesuu es considerado uno de los centros turísticos más importantes del país. La gente viene aquí para tratar enfermedades del tracto respiratorio, los sistemas nervioso y cardiovascular y el sistema musculoesquelético. Desafortunadamente, la mayoría de los valiosos monumentos arquitectónicos e históricos fueron destruidos en las guerras. Es por eso que la mayor parte de la atención no es atraída por monumentos, sino por varios lugares con los que se asocian las historias más sorprendentes. Entonces, uno de los objetos más populares del complejo es el llamado pino Shishkinsky, donde, según muchas versiones, el famoso artista ruso pintó sus lienzos sobresalientes. Entre los monumentos arquitectónicos sobrevivientes, vale la pena señalar los restos del edificio Kurzal, que solía ser un gran hotel con una biblioteca, billar y un restaurante. El tiempo destruyó sin piedad esta obra maestra arquitectónica, pero las autoridades planean reconstruirla en un futuro próximo. También hay un museo de historia local en la ciudad, cuyas colecciones cuentan sobre la riqueza de la naturaleza de estas tierras, sobre la historia sobresaliente y la cultura original de la ciudad. Todavía queda uno de los principales atractivos del complejo, una enorme playa de arena. Varios centros de SPA son igualmente populares aquí. Vale la pena señalar que un área pequeña no evitó la gran cantidad y variedad de hoteles que se encuentran aquí. Sin duda, Narva-Jõesuu podrá complacer a los amantes de las compras. La ciudad cuenta con varios centros comerciales grandes, así como innumerables tiendas pequeñas y con objetivos específicos.