Vista panorámica de Heimaey desde el puerto de Westmannajar. La lente captura parte del puerto con barcos amarrados, así como el panorama de la ciudad. La transmisión se transmite en tiempo real. Puede ver el clima y la situación desde cualquier parte del mundo donde haya una conexión a Internet.
Heimaey, cuyas cámaras web se pueden ver en línea en este sitio, es una increíble isla islandesa que te deleitará con su naturaleza y paisajes pintorescos.
Las principales atracciones de Heimaey son los picos de Eldfell y Helgafell. Estos son volcanes activos que aumentan constantemente el tamaño de la isla. Así, por ejemplo, tras la última erupción en 1973, el campo de lava solidificada aumentó la superficie de la isla en 2,1 km2. Hay rutas de senderismo a lo largo de las laderas de Eldfell, y en la parte superior hay varios géiseres activos y depósitos minerales.
El segundo de los volcanes Helgafell supera a su vecino en cinco milenios de edad. La cumbre es accesible desde el suroeste.
Puedes aprender más sobre la naturaleza de estos lugares, así como la formación de paisajes locales y otros hechos asombrosos en el Museo de Historia Natural, que es considerado uno de los mejores de su tipo en todo el país. Lo más destacado de la institución es la presencia de un acuario de investigación, que alberga varias especies de representantes de la ictiofauna de los mares islandeses.
Además de la impresionante naturaleza, Heimaey, como toda Islandia, cuenta con una cultura y tradiciones distintivas que se transmiten cuidadosamente de generación en generación.
Puede aprender todo sobre el lugar del patrimonio cultural visitando el Museo del Folclore en Heimaey. Aquí se exhibe una gran colección de obras de arte, así como una colección numismática y una exposición de antiguas cartas de navegación. Junto a esto, en las salas del museo se pueden ver fotografías de archivo de la última erupción del siglo pasado.
Ese año, la erupción ocurrió dos veces. Las primeras salpicaduras de lava se fueron al mar. Pero la segunda erupción golpeó la ciudad. Los residentes intentaron salvar Heimaei por su cuenta, en particular enfriando la carga en el puerto, la principal fuente de ingresos. Los equipos de rescate bombearon agua del mar y regaron los flujos de lava, que finalmente se convirtieron en un muro de piedra de 27 metros de altura. Durante la erupción, más de un centenar de casas y edificios resultaron dañados, que quedaron enterrados bajo 35 metros de lava. Afortunadamente, se salvaron el puerto y la carga, que costó millones de dólares. A partir de ese momento, Heimaey comenzó a llamarse la Pompeya islandesa.
Los residentes regresaron a la isla solo después de casi seis meses. Y un año después, en 1974, el puerto y las plantas procesadoras de pescado volvieron a funcionar. Se retiraron más de un millón de toneladas de ceniza para restaurar la ciudad. Hasta el día de hoy, se pueden ver rastros de lava en algunos edificios que quedaron sin restaurar como un recordatorio del poder irresistible de los elementos.
Las cámaras web de Heimaey te permitirán ver algunas de las calles de la ciudad en tiempo real.