Cámara web con vista al territorio de la llamada "Rana" en Dombay.
Esta es una pista de entrenamiento para esquiadores principiantes. La lente incluye un punto de alquiler de equipos con mesas y bancos. La pista de esquí es visible detrás. En tiempo real, puede ver lo que sucede en el popular resort.
Escalar en Dombai no es solo un deporte y un entretenimiento, sino también una seria prueba de resistencia física y espiritual.
Las montañas pueden atraer a alguien que ve las cámaras web de Dombai en línea. El famoso resort en las montañas del Cáucaso atrae a turistas de todo el mundo. Sin embargo, además de los deportes, Dombai es también el centro de la cultura de canto amateur y bardo. El movimiento de bardos en Dombay se asoció con el senderismo y el montañismo. Esta subcultura apareció en la URSS en la década de 1960 y fue popular hasta finales de la década de 1980. En ese momento, aparecieron muchos poetas que escribieron e interpretaron sus propias canciones. Cantaron el coraje y la perseverancia de los pioneros, así como la amistad romántica y la admiración por la naturaleza.
En Dombay se celebraban regularmente festivales de canciones de aficionados que reunían a bardos y amantes de este género de todo el país.
Uno de los festivales más famosos es el Dombai Waltz, que recibe invitados cada verano. Hubo momentos en que todo adolescente que tenía una guitarra y aprendía tres o cuatro acordes se imaginaba conquistador de cumbres montañosas. Las canciones de Bulat Okudzhava, Yuri Vizbor, Alexander Galich, Vladimir Vysotsky se cantaron en tiendas de campaña y alrededor de incendios forestales. Muchos autores aficionados compusieron sus propias canciones y actuaron con ellos en un escenario semiprofesional. Sin embargo, lo más valioso fue precisamente el desempeño en el círculo de amigos. Los nombres de Novella Matveeva, Mikhail Ancharov, Alexander Gorodnitsky entraron así en el fondo dorado de la poesía rusa.
Uno de los bardos más populares en Dombai fue Yuri Kukin, quien se mudó a Dombai de forma permanente e incluso trabajó como guía.
Escribió muchas canciones, que luego fueron lanzadas en discos de vinilo (ya que no había otro soporte de sonido en ese momento). Sin embargo, para las necesidades personales, la gente usaba grabadoras voluminosas con casetes redondos de carrete a carrete, y fueron ellos quienes preservaron las voces de los primeros bardos en la atmósfera de los conciertos caseros. La guitarra de Yuri Kukin sonó en el campamento de montañismo de Alibek, en las montañas Dombay-Ulgen y Mussa-Chitara. Resonó en el desfiladero de Sufruju y en la cresta de Semenev-Bashi. Para quienes se sumaron al movimiento turístico de aquella época, estos conciertos servían como fuente de relajación y llenaban el alma.
Ahora Dombay se posiciona como una estación de esquí, y el antiguo romance de escalada es cosa del pasado. Cada vez hay menos aficionados entusiastas que conocen los senderos. La guitarra suena cada vez menos alrededor de las hogueras. Pero quién sabe, tal vez los nuevos románticos todavía se pongan mochilas y se echen una guitarra al hombro. Antes de salir de casa, se les puede recomendar que vean las cámaras web de Dombay en línea.